Tanto si buscas activamente un cambio como si te ha contactado un reclutador, un nuevo trabajo ofrece muchas oportunidades de crecimiento. Descubrir cómo funcionan las diferentes organizaciones y afrontar la curva de aprendizaje durante los primeros meses es parte de la diversión y la lucha de hacer un cambio.
Cambiar de empleador también puede ser muy beneficioso para tu futuro financiero. Si bien la permanencia en el mismo puesto de trabajo puede suponer un modesto aumento anual, es posible que puedas negociar un salto salarial mucho mayor al cambiar de compañía. Negociar una oferta de trabajo puede resultar desalentador, pero piensa en lo que ocurre si no negocias: podrías acabar ganando menos de lo que el gerente de contratación estaba dispuesto a ofrecer.
Antes de negociar, averigua cuál es el rango salarial adecuado. Tanto si eres un veterano como un negociador novato, te conviene dedicar tiempo a investigar antes de sentarte a negociar. Teniendo en cuenta que la remuneración puede variar en función de la ubicación, busca en línea estudios o relatos personales que revelen los salarios de alguien con un puesto similar.
Varias compañías con fines de lucro recopilan y comparten información sobre la remuneración en línea, y la Oficina de Estadísticas Laborales dispone de datos salariales basados en la ocupación y la geografía. También podrías dirigirte a los reclutadores que se dedican a colocar candidatos en tu sector, ya que están acostumbrados a hablar de la compensación.
Cuantos más datos sobre la remuneración de tu profesión puedas obtener, mejor, para que tu pedido se base en hechos. Si pides demasiado, corres el riesgo de que lo consideren poco razonable o fuera de lugar. Si pides poco, tal vez obtengas solo eso.
Los solicitantes de empleo a menudo se atascan en quién dice una cifra primero. Aunque los consejos varían, una cosa es segura: no es necesario que utilices tu salario anterior como punto de partida. Especialmente si tu investigación revela que está por debajo del precio actual del mercado, seguramente deseas que tu próxima oferta refleje la experiencia y el talento que aportas. Si te presionan para que respondas primero, contesta con el rango salarial al que aspiras durante tu búsqueda de empleo.
No te quedes atascado en el dinero: ten en cuenta el panorama general. A la hora de negociar, puede ser fácil fijarse en la parte monetaria de la remuneración, pero a veces no hay margen de maniobra en el presupuesto. Mira el panorama general de tu posible salario y de los beneficios. Tal vez una oferta económica inferior a la deseada se equilibre con un generoso programa de compensación de aporte para la jubilación, grandes beneficios de salud, incentivos en acciones u oportunidades de bonificación.
Cuando la remuneración total no satisfaga tus expectativas, intenta pensar de forma diferente y ofrece al responsable de la contratación opciones alternativas. Podrías solicitar tiempo libre remunerado adicional, la libertad de trabajar desde casa un día a la semana o un complemento para el desarrollo profesional. Al fin y al cabo, la flexibilidad y el crecimiento personal pueden ser más valiosos que el dinero.
En las compañías más pequeñas, podrías pedir un almuerzo trimestral con un ejecutivo de tu departamento o con tu supervisor directo. Un almuerzo no le costará mucho dinero a la empresa, pero podría darle una idea del futuro de la compañía, permitirte saber qué habilidades debes desarrollar y fortalecer tu relación personal con los altos cargos.
Apoya tu solicitud con razones válidas. Intenta reforzar cada una de las solicitudes de negociación con una razón válida, relacionada y cuantificable. Cuando solicites más dinero, señala la experiencia o las habilidades que te distinguen de otros candidatos. Las propuestas menos tradicionales, como las reuniones con un directivo, podrían estar justificadas por tu dedicación a la superación personal y tu deseo de mantenerte en contacto con las necesidades de la compañía.
En resumen:
Aunque cambiar de trabajo y negociar una oferta puede ser un reto, cambiar de compañía podría acelerar el crecimiento de tu salario. Antes de lanzarte a negociar, toma tiempo para investigar el mercado, considerar tus deseos generales y validar tus peticiones. Presentar un argumento coherente puede ayudar a ganarte a un responsable de contratación y a diferenciarte de otros candidatos.
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Este artículo está destinado a proporcionar información general y no debe considerarse un consejo de salud, legal, fiscal o financiero. Siempre es una buena idea consultar a un asesor fiscal o financiero para obtener información específica sobre cómo se aplican ciertas leyes a tu situación y sobre tu situación financiera individual.